El rechazo es un instinto natural, una manera de auto-protección ante la figura del otro; no es un invento del siglo XXI y seguramente, no será el siglo en que se erradique. El rechazo, es una manera muy cómoda de lidiar con nuestros problemas, el ignorar sabiendo que es un hijo, una madre, un padre, un hermano; nos ponemos unos lentes oscuros y nos colocamos nuestros audífonos y estamos listos para ignorar nuestro alrededor. Por eso no vemos al tatuado, al drogado, al borracho; porque antes q verlos como una persona, los vemos como una amenaza sin reconocer que podemos ser el reflejo de alguien que podríamos ser nosotros.
¿Cuánto es suficiente? Nunca es suficiente. Esperar para escapar a muestro mundo de caramelo suena cruel e injusto, pero es tan surreal el poder pasar de estár sentado en una banqueta a estar en una banqueta flotante en un instante que puede durar una vida, son de las cosas que no te enseña la SEP pero si la escuela. Comprar realidades medidas en gramos es el sueño de cualquiera, pero no todos hacemos uso de ellas; pareciera que están reservadas para quienes saben apreciarlas.
Texto de Andrés García Rojas M.
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