A principios del siglo XX, una de las rutas del tranvía de la ciudad de México[1], que partía del Zócalo hacia el sur, tenía un secreto muy bien guardado entre las muchas paradas que hacía antes de llegar a su destino en San Fernando (en el entonces pueblo de Tlalpan). A pesar de ser una ruta similar a la de Xochimilco, su diferencia estribaba en que al aproximarse a Huipulco, ésta se desviaba por la calle de Ferrocarril...