Las primeras personas de la colonia iban a Chichicaspa (un poblado cercano) cosechaban verdolagas, acelgas, jitomates, entre otras verduras y así se ahorraban el ir a comprar a las verdulerías, era una actividad que les gustaba dado que era gratis y aparte la comida siempre estaba fresca.

Los juegos de la infancia se basaban en jugar canicas, trompo, yoyo, los tambos (un juego con agua) y amaban el futbol.

Cuando Mario era niño recuerda que él y mínimo otros dos niños, estaban en un nivel semi-profesional de futbol, este deporte servía como unión entre las personas de la comunidad.

Ya como adolescentes y adultos, otro deporte que les llamaba mucho la atención era el box. Incluso era tradición que todos los peluqueros de la colonia se juntaran después de las 6 pm para ver las peleas de este deporte.

El barrio olía a vegetación y a naturaleza. Había un señor que criaba borregos y chivos. Las personas acudían a él para comprarle leche y quesos realmente frescos.

Conforme fue creciendo la colonia también su gente, cuando los niños se hicieron adolescentes se empezaron a crear grandes pandillas. La más fuerte de todas era conocida como “los Flexis”, también había otras como “Torres de Padierna” y “Los chicanos”. Mario pertenecía a los Torres de Padierna, pero recuerda que eran más tranquilos, porque de 20 que eran, solo 1 se drogaba. Los Flexis por su lado eran personas más agresivas y un mayor número de ellos se drogaba. Para su percepción la violencia fue aumentando con el tiempo, al principio se peleaban uno a uno a mano limpia, después comenzaron a usar palos, luego cadenas, posteriormente cuchillos y por último armas, había muertos e incluso una vez encontraron a una persona colgada. Es por eso que, los taxis ya no subían hasta la colonia. Mario cree que se retiró a tiempo de todo ese ambiente, pues la mayoría termino en la cárcel, asesinado o con trastornos psicológicos. “Es el karma, como te portes es como te va en la vida, si vives de y con la maldad, no puedes terminar bien, nada es casualidad, pero eso lo aprendes con la experiencia…” comenta Mario. Hace 10 años todo empezó a tranquilizarse y la delincuencia ya no está tan disparada, eso tranquiliza a las personas de la comunidad.

Para Mario su educación fue diferente, lo que interpreta como llena de valores “antes nos enseñaban a ser responsables, debías merecer lo que tenías, es por eso, que trabajé muy duro desde los 10 años” nos comenta.  Mario era el quinto de 10 hermanos y como los otros 5 menores eran niñas, él siempre se sintió responsable de ellas, mucho más cuando su padre abandonó su familia cuando él tenía 13 años.

Actualmente los niños no salen a jugar a la calle. Una situación representativa actual es el arreglo de un camión abandonado para usarlo para un sonido llamado “La conquista”.

Anahí nació escuchando el sonido, ya que sus tíos son bajistas, guitarristas, tocan percusiones y ella canta. Según su percepción sería una tonta si no supiera bailar.

A las personas, les gustaría más que los jóvenes, se adentraran y entendieran la naturaleza que los rodea, a que estén drogándose.

En el parque la interacción se da principalmente por un lado las mujeres con sus hijos y por otro lado los hombres jugando en las canchas.